ARTÍCULOS

Los cuerpos ficticios de la biomedicina. El proceso de construcción del género en los protocolos médicos de asignación de sexo en bebés intersexuales

Nuria Gregori Flor.
Universidad de Valencia.

RESUMEN

El nacimiento de un bebé del cual no se puede decir si es niña o niño con una simple inspección visual, supone la activación de una serie de resortes médicos y tecnológicos dirigidos a desvelar qué se oculta detrás de tal indefinición genital. Todos los esfuerzos dedicados a elaborar categorías, definiciones, criterios y protocolos para diagnosticar tal ambigüedad, así como el auge en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías biomédicas para corregirla, revelan la inquietud que provoca dentro de nuestro orden sociocultural la ambigüedad y lo inclasificable en relación al sexo, al género y a la sexualidad. Los mandatos de un orden “monosexual” –la idea de que una persona sólo puede tener un único sexo/género y que este es estable para toda la vida- y del conocido como “dimorfismo sexual” –la creencia o convicción dominante en Occidente de la existencia de tan sólo dos sexos posibles, mujer y varón- obliga a confeccionar cuerpos ficticios que eliminan la verdadera variabilidad sexual humana. Será la institución médica y los profesionales médicos responsables de estos recién nacidos, los encargados de buscar qué sexo “verdadero” se esconde detrás de tanta ambigüedad, erigiéndose como responsables del proceso de sexuación en nuestra sociedad.

ABSTRACT

After the birth of a child, when it is not possible to determinate whether it is a girl or a boy by simple visual inspection, the application of different medical technologies is required, in order to unveil what lies behind the genital uncertainty. All the efforts to create categories, definitions, criteria and protocols to define such ambiguity, and the boom of investigation with new biomedical technologies to correct it, reveal the anxiety provoked, in our socio-cultural order, by this ambiguity and the unclassifiable in relation to sex, gender and sexuality. The rules of our “monosexual” order –the idea that a person can only have one single sex/gender which is stable throughout its whole life- and of what is know as “sexual dimorphism” –the dominant belief or conviction, in the western world, that only two possible sexes, female and male, exist- force the creation of fictitious bodies which eliminate the real human sexual variability. Thus, medical institutions and, specifically, the physicians in charge of the newborn children have the responsibility to find out the “real” sex hidden behind this ambiguity, establishing themselves as the ones responsible for the sexuation process in our society.



AIBR -El Rincon del Antropologo